La mayoría de veces, solemos llegar a casa nos ponemos cómodos, abrimos la nevera… “¿Qué cenamos hoy?”. 🍕
La pizza, la hamburguesa o el bocadillo con embutido son opciones a las que recurrimos demasiado a menudo. El resultado son digestiones pesadas y un sueño ligero y poco reparador, que no nos permite descansar bien. 😰
Según los expertos, consumir alimentos antes de irse a acostar produce que el organismo permanezca en un estado de «alta alerta», lo cual estimula la producción de hormonas del estrés, como la adrenalina, y también pueden alterar los ritmos circadianos. 💝
El sistema digestivo está cansado por la noche, como nosotros, por eso necesitamos que la digestión a la última hora del día sea fácil. Las cantidades deben ser poco abundantes, los platos poco condimentados y las cocciones sencillas. Nada de fritos. 🚫 🍟
Las ensaladas son adecuadas a la hora de cenar sólo si no sufrimos problemas digestivos, ya que se trata de vegetales crudos y cuestan más de digerir. En cambio, los purés de verduras hidratan, pero dan poco trabajo a nuestro sistema digestivo, no nos dan gases (normalmente), y son nutritivos. 🍵
Como postre, el plátano también nos puede ayudar. El motivo es que tiene magnesio y vitamina B6. Ahora bien, recordad que el postre está indicado para no quedarse con hambre, pero no es necesario para que nuestra cena sea equilibrada. 🍌
Una infusión relajante después de la cena puede contribuir al buen descanso. Hierbaluisa, salvia, pasiflora, tila, manzanilla, toronjil, espino, albar… Hay donde elegir. Para no tener ganas de ir al baño durante la noche y no interrumpir el sueño, es mejor procurar no beber tanto durante la cena si queremos tomar infusión, y no beberla justo antes de ir a la cama. ☕